El edificio situado a los pies del Montseny, de forma compacta y rectangular, se orienta principalmente al sur para aprovechar las ganancias solares en invierno. Mediante la forma del edificio, junto con el diseño de un sistema de protección solar, se evita el sobrecalentamiento del interior en verano.
El proyecto se organiza en dos plantas. En la planta baja, destinada a los usos de día y con acceso directo al jardín, se distribuye la cocina, comedor y salón, en un único espacio, baño, despacho y habitación. En la primera planta se organizan dos habitaciones con salida a la terraza y un baño.
La vivienda se construirá con entramado ligero de madera, con un sistema SATE combinado con una fachada ventilada con revestimiento en madera. La hermeticidad se resuelve mediante los paneles de Finsa Superpan Tech 5 que, además, aportan rigidez a la construcción.
Se ha buscado una combinación de materiales de bajo impacto ambiental que faciliten la difusión del vapor de agua y que aseguren la estanqueidad al aire y al viento. El aislamiento exterior de los cierres minimiza las pérdidas energéticas, protegiendo de los efectos del viento y evitando problemas de disconfort, moho o condensaciones durante todo el año.