A causa del arreglo de la parcela, el edificio se proyecta de manera muy compacta, de cara a ampliar el máximo el espacio del jardín. Es por eso que la planta baja está compuesta por un espacio diáfano de cocina, comedor y cuarto de estar. En esta misma planta también encontramos un lavabo y un estudio. En la segunda planta descubrimos un dormitorio, suite y dos habitaciones con un baño.
El garaje situado en el sótano queda fuera de la envolvente térmica.
Siguiendo los criterios de la arquitectura pasiva, el edificio se proyecta con grandes aperturas orientadas a sur para obtener ganancias solares durante el invierno, y mediante las persianas apilables y un cenador se protegen del calor en verano. Además, la fachada mantiene un juego de texturas que enmarcan las ventanas de balcón de que dispone toda la casa. Se busca la utilización de materiales de bajo impacto ambiental (aislamiento de fibra de madera, estructura de entramado ligero de madera…).
El aislamiento exterior y el hermetismo conseguido en los cierres minimiza las pérdidas energéticas, protegiendo de los efectos del viento y evitando problemas de disconfort, moho o condensaciones durante todo el año. La estructura ligera de madera montada en el taller ayudará a agilizar el proceso constructivo.