Este es un proyecto que explora las calidades esenciales del entorno interior doméstico en relación con el exterior.
Así, además de resolver los aspectos técnicos derivados de la necesidad de una construcción eficiente y económica, el proyecto se centra en la investigación de aquellas calidades espaciales capaces de proporcionar un entorno doméstico cálido y confortable y una atmósfera exterior equilibrada.
Para lo cual, se trabaja con volúmenes paralelepípedos y materiales industriales sencillos. Se disponen dos volúmenes separados por un espacio exterior igualmente ortogonal, aprovechando al máximo la superficie del solar. Uno de ellos contiene una vivienda compacta y el otro un pequeño taller. La proporción del vacío entre los dos, así como la materialidad y cromática de los volúmenes, buscan centrar la atención en el espacio exterior intermedio, tensando la proximidad entre los volúmenes y proporcionando cierta sensación de privacidad, recogimiento, intimidad. Construido a partir de una estructura de entramado ligero, las fachadas internas de estos volúmenes actúan como caras sensibles a la luz del día y el artificialmente que refleja de forma sutil la tonalidad del cielo o las sombras del entorno o el interior de la textura superficial de su acabado de policarbonato traslúcido.
El interior se conforma a través de espacios cúbicos de paneles estructurales de OSB que organizan las funciones, dividiendo la zona de día en la planta baja y la zona de noche en la planta primera. Los materiales, las proporciones de los diferentes espacios y la ubicación de aperturas, favorecen una percepción de la vivienda como lugar íntimo, silencioso y confortable. La casa se ha modelado, construido y verificado siguiendo los requerimientos de demanda energética, estanqueidad y control de puntos térmicos del estándar Passivhaus. El resultado es 100% certificable.