A principios de este año 2013, la certificación energética de las edificaciones será necesaria para vender o alquilar un inmueble.
La certificación energética consiste en una clasificación de la A a la G en la que se especifica la eficiencia del producto, en este caso el inmueble. La Letra A determina que se cuenta con mayor eficiencia energética, y la letra G la menor. Esta clasificación no es nueva y es probable que la hayáis visto en electrodomésticos como neveras lavadoras o televisores.
Pues bien, esta clasificación llega ahora a las edificaciones y lo hace de manera obligatoria para poder alquilar o vender un inmueble. Con esta medida se pretende concienciar y animar el sector de la rehabilitación, pues se calcula que una inversión de unos 5.000 euros puede quedar amortizada en 5 años ( y a partir de esta fecha empezar a ahorrar en energía). Peo que nadie se alarme, aunque la certificación es obligatoria para alquilar o vender, no se exige un grado concreto, así esta clasificación sera simplemente orientativa para el que quiere comprar o alquilar, algo muy positivo si tenemos en cuenta que la importancia del consumo energético de las edificaciones y sus consecuentes emisiones en CO2.
Esta clasificación deberá aparecer en los anuncios que se publiquen en revistas o Internet, especificando la clasificación del inmueble. De esta manera, un inmueble de características similares podría ser mas caro si tiene un nivel A que si tienen un nivel G, ya que la certificación A permitirá un ahorro energético y el G un sobre coste mensual. Según la Asociación Española para la calidad en la Edificación, ASECE, el ahorro energético entre dichas viviendas puede ser de hasta el 70%
El estudio y certificación debe realizarlo un técnico autorizado (arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico) que a su vez debe presentar una propuesta de mejoras posibles para augmentar la eficiencia energética del edificio. Estos estudios se centran en el análisis de la calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria, iluminación, sistema de generación de energía, clase energética de los electrodomésticos y la envolvente (que incluye un análisis de la estructura: Paredes, forjados, ventanas, suelos, tejados, puertas, chimeneas…)
El coste de este certificado dependerá de la empresa certificadora elegida y no estarán regulados por el estado, aunque se calcula que la administración pública cobrara unos 30 euros en concepto de tasa administrativa. El certificado tendrá validez de 10 años y serán las comunidades autónomas las encargadas de la gestionar la inspección. Aunque en un primer momento , esta certificación supondrá un aumento del gasto, se calcula que a largo plazo, se conseguirá un ahorro en consumo energético que equivaldría a 13.400 toneladas de petroleo anuales.
Desde Papik Compact Houses damos la bienvenida a esta iniciativa y esperamos que ayude a concienciar a los ciudadanos de la importancia de la eficiencia energética en la construcción, ayudando a ahorrar dinero en energía y reducir la contaminación ambiental. Confiamos que medidas como esta ayuden a valorar otros estándares que van mucho más lejos que esta certificación, como el certificado Passivhaus.
Via: El Pais